Hay muchas maneras para empezar a ganar un dinero extra, (de manera legítima claro). Dividámoslos en ingresos activos e ingresos pasivos.
1. Ingresos tradicionales
Son aquellas fuentes de ingresos que se generan a través del trabajo continuo. Para seguir teniendo ingresos, has de seguir trabajando. Requiere invertir tiempo y esfuerzo de manera permanente.
Algunos ejemplos son: trabajar por cuenta ajena, ser un fontanero autónomo, tener una tienda, dar clases particulares en tus ratos libres, etc.
2. Ingresos pasivos
Cuando hablo de ingresos pasivos, me refiero a lo que sucede después de que hayas hecho el trabajo inicial.
Consiste en obtener ingresos una y otra vez, habiendo hecho el trabajo una sola vez.
Hay que tener claro que ese trabajo inicial implicará invertir al menos mucho tiempo y mucho esfuerzo.
Pero una vez hayas logrado convertirlo en un proceso que genere ingresos de manera automática y sostenida en el tiempo, podrás dedicarte a otra cosa mientras sigues ganando dinero, ya sin tener que hacer nada.
Los flujos de ingresos pasivos los generan tus ACTIVOS. Digamos que son pertenencias tuyas que generan dinero.
Importante: No confundir “ACTIVO” (es algo que tienes en propiedad y que te genera dinera) con “INGRESO ACTIVO” (donde “activo” se refiere a la manera en la que obtienes ese ingreso).
Un activo lo puedes conseguir de 2 maneras;
- lo compras (por ejemplo un inmueble en el que inviertes para que después lo puedes alquilar para obtener ingresos mensualmente)
- lo elaboras a través de tu sudor (como puede ser un e-book que vendes directamente por internet).
Si eliges bien tus fuentes de ingresos pasivos, podrás invertir tu tiempo como quieras.
Los ingresos pasivos al fin y al cabo son una manera de ganar más dinero y más tiempo.
Si quieres saber más sobre cómo generar ingresos pasivos, apúntate a la lista y conseguirás esta guía gratuita, en la que vas a encontrar 24 ideas que puedes desarrollar para empezar a ganar dinero de manera pasiva. ¡Así estarás cada vez más cerca de tu libertad financiera!