¿Sientes que tu trabajo no te llena plenamente, o te sientes habitualmente desmotivado con tu trabajo?
¿Te cuesta levantarte por la mañana para ir a trabajar?
¿Te gustaría un cambio, pero no sabes cuál es el siguiente paso?
Muchos de nosotros soñamos con hacer un cambio en nuestro trabajo o carrera profesional y de poder dedicarnos a algo totalmente distinto al trabajo que estamos realizando.
Una nueva carrera, un negocio propio, o simplemente trabajar desde nuestra propia casa.
Pero en seguida nuestros pensamientos nos devuelven a la realidad.
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Las pegas con las que nos encontramos
Nos acordamos primero de las responsabilidades que tenemos cada uno; una familia que mantener, el préstamo hipotecario y las facturas a pagar a final de mes.
En segundo lugar, nos vemos con falta de formación y/o experiencia para dedicarnos a un sector o tipo de trabajo que sea tan diferente que estamos realizando en la actualidad.
Después surgen más dudas; ¿Qué pasa si luego no me gusta mi nuevo trabajo? ¿y si monto mi propio negocio y luego no prospera?
Y finalmente, la presión social. ¿Qué van a pensar mi familia y mis amigos si me dejo el puesto de trabajo y mi sueldo ‘fijo’ y me lanzo a la aventura para hacer algo que no sé si me va a aportar dinero suficiente para vivir?
Y, sobre todo, la gran duda; ¿a qué me dedicaría en esa nueva empresa o ese negocio propio?
Porque una cosa es tener claro que tu actual trabajo no te gusta, pero cuando alguien te hace la pregunta del millón de “¿qué te gustaría hacer entonces?” muchas veces tampoco lo tenemos muy claro nosotros mismos.
Por tanto, ante esta situación tenemos 2 opciones:
- seguir en nuestro trabajo actual (que al fin y al cabo tampoco está tan mal), con la probabilidad de que nuestra frustración vaya en aumento con el paso del tiempo.
- empezar a ‘ reinventarnos’ ya, dando el primer paso: definiendo tu vocación (verdadera) a través del siguiente ejercicio:
Haz una lista de las cosas que más disfrutas haciéndolas.
Intenta dejarte llevar por tus sentimientos más que por la razón. Escribe todo lo que se te ocurra, según te venga a la mente. Piensa en tu infancia; ¿recuerdas qué cosas te gustaban cuando eras niñ@? Déjate llevar, toma tu tiempo, ¡soñar es libre!
Haz otra lista de las cosas que se te dé bien hacer.
Independientemente de si te gustan o no, hay muchas cosas que sabes hacer bien.
Porque por naturaleza tienes esas habilidades, o por experiencia y trabajo las has ido adquiriendo.
Piensa también en las cosas que se te den mejor que a la mayoría de la gente.
Reorganiza tus listas
Coge la lista de las cosas que más te gusta hacer, y ordénala de mayor a menor preferencia.
Piénsatelo bien, posiblemente tendrás varias cosas que te gustan mucho, pero es importante que te decantes por una en concreto.
Luego coge la lista de las cosas que se te den bien hacer, y ordénala empezando por la que es tu mejor cualidad.
Busca las conexiones
Mira las cosas que se te han quedado en los primeros puestos de ambas listas.
Intenta buscar conexiones entre ambas listas.
¿Qué trabajos se te ocurran que combinan las cosas que más te gusta hacer con las que mejor se te dé?
Acabas de dar el primer paso para cambiar tu carrera profesional, ¿te ha dado alguna pista sobre a cuál es tu nueva (o real) vocación?