Porque los ricos son cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres
¿Sabías que el 70% de los ganadores de la lotería, en menos de 5 años acaban arruinados?
Un estudio llevado a cabo por la National Endowment for Financial Education (NEFE) de Estados Unidos, reveló que 7 de cada 10 personas quienes ganaron el premio gordo de la lotería se había gastado hasta el último céntimo del dinero conseguido, en menos de 5 años.
¿Cómo puede ser que, teniendo tanto dinero, alguien vuelva a caer en la pobreza?
¿Cuáles son las causas que nos impiden alcanzar la abundancia, o como en el caso de los ganadores, mantenerla?
Aviso a navegantes
Este artículo puede resultarte un poco chocante.
Es un post sin tapujos, y sin paños calientes.
Lo he hecho a conciencia, y solo pretendo abrirte los ojos.
Si prefieres algo más light, pásate a leer cualquier otro artículo de los que hay por aquí.
Si te va la marcha;
¡¡adelante, vamos al lío!!
Indice de Contenidos
Analizando nuestra (no-) educación
Desde pequeñitos nos enseñan que la escuela es la puerta de acceso al éxito y al dinero.
El objetivo de esta institución es la de prepararnos para la vida real.
Pero la vida real cambia de manera muy rápida.
Y la enseñanza evoluciona de manera muy lenta.
Primero, hagamos un poco de historia
Las escuelas surgieron en la revolución industrial.
Esta trajo consigo un desplazamiento de masas de gente que trabajaban en el campo hacia las grandes ciudades, para trabajar en las fábricas. Las escuelas básicamente nacieron de la necesidad de crear trabajadores para las grandes fábricas.

En la escuela nos empezaron a inculcar la mentalidad de que para tener éxito tenías que formar parte de una buena compañía o empresa.
Si te dedicabas durante toda tu vida a trabajar para esa empresa, tenías una buena paga, y cuando te jubilabas la compañía se encargaba de tu cuidado. Esto ya no es así. Ni mucho menos.
Porque nuestro sistema de educación está desfasado
Desde la revolución industrial ya han pasado más de 2 siglos, pero el sistema educativo en esencia sigue funcionando igual.
Nuestros padres y la sociedad siguen enseñándonos la idea de que necesitamos ir a la escuela para tener éxito en la vida.
Lo bueno que nos aporta la escuela
Y es cierto que las escuelas nos enseñan cosas muy buenas.
Adquirimos muchos conocimientos, aprendemos a tener disciplina y a esforzarnos para obtener resultados.
Ir a la escuela nos enseña a pensar, pero sobre todo a obedecer y a seguir las reglas establecidas.

Otras consecuencias del sistema educativo
Hay que tener en cuenta que el sistema educativo está basado en la idea de enseñar las lecciones que otros han establecido como las “correctas”. ¿Por qué si cada uno somos diferentes, todos tenemos que aprender lo mismo?

Además, la escuela se basa en un sistema de calificaciones.
Si te esfuerzas para estudiar y te aprendes esas lecciones, obtendrás el premio de una buena nota.
Y a la vez, este sistema penaliza las equivocaciones.
Porque equivocarte en un examen supone bajarte la nota. Y lo que la escuela enseña es que las mejores notas dan acceso a las mejores carreras, y los mejores estudios universitarios a los trabajos mejor remunerados.
Al final, la escuela te inculca el miedo a equivocarte. Salirte del camino (es decir, de la disciplina) se castiga, por lo que se desincentiva el espíritu libre.

El precio que pagamos por educarnos
Además, estudiar es caro. En muchos países desarrollados es habitual terminar la carrera con una beca que tienes que devolver. De manera que empiezas a trabajar ya con la obligación de devolver esa beca.
Igual has tenido la suerte de poder estudiar en una universidad pública. Pero, en cualquier caso, el camino preestablecido te lleva a trabajar y ahorrar todo lo que puedas durante los primeros años. Para al cabo de unos años gastar el dinero que has ahorrado en casarte, formar una familia, tener niños, comprar una casa, un coche, y a pagar todas las facturas.
Antes de que te des cuenta tienes una hipoteca, una letra del coche, y te has metido en algún que otro préstamo más.
El camino preestablecido te ha llevado a caer en la trampa de la deuda.

Te dedicas a un trabajo que no te apasiona, para poder comprar cosas que no necesitas, con dinero que no tienes, para impresionar a gente que no te cae bien.
Tyler Durden – Fight Club
Te encuentras obligado a seguir trabajando para seguir ganando dinero para seguir pagando las facturas y las deudas. Y vuelta al principio.

Te has metido en la rueda del hámster, y la única opción que ves es seguir dándole para que la rueda siga girando, mientras tu vida básicamente permanece en el mismo punto.
Lo que realmente te enseña la escuela
No hablo tanto de las materias, como la física y las matemáticas. Obviamente es fundamental tener unos conocimientos básicos para afrontar la vida real con un mínimo de preparación.
Lo que digo es que el sistema educativo es incompleto por varios motivos.
Primero, porque es un sistema enfocado a dar una enseñanza unificada. Si cada uno de nosotros tenemos intereses, habilidades y sueños diferentes, ¿por qué seguimos empeñados en que todos tengamos que aprender lo mismo, a través de básicamente las mismas asignaturas?
En segundo lugar, porque seguimos recibiendo la idea de que estudiar es lo correcto. Que el camino que hay que seguir es estudiar y luego buscar un buen trabajo. Por supuesto que tienes oportunidad para estudiar y hacerte médico, abogado, arquitecto y ser autónomo, o incluso para montar tu propia empresa.
Pero el sistema sobre todo te programa para ser un empleado.
Es un sistema que consiste en la filosofía de “si te pago, te convierto en un empleado”.
Si eres un empleado, tu mente se apaga y se mete en modo autopiloto.
Dejas de pensar y de ser creativo, y así dejas de explorar caminos nuevos.
La escuela está pensada para que enseñarte habilidades.
Habilidades para producir.
A producir para OTRA persona.

Las 3 grandes mentiras con las que hemos sido educados
En esencia, en la escuela aprendes 3 creencias falsas que marcan tu destino, y te dirigen hacia la rueda del hámster.
1) Si sigues el camino preestablecido, al final tendrás tu premio.
El camino preestablecido consiste en trabajar duro durante toda tu vida, para poder jubilarte a los 67 años. A partir de ese momento empezará lo bueno. Podrás disfrutar y dedicarte a todo lo que te gusta.
Al menos, eso es lo que nos enseñan. Pero si lo piensas bien,
¿Hasta qué punto estás seguro de que vas a tener ese premio al final del camino?
¿Estás seguro de que seguirá habiendo un sistema de pensiones que va a ´cuidar de ti´, cuando llegue el momento?
2) Si obedeces, no tendrás castigo
En la escuela si fallas una pregunta en un examen, tu nota bajará. La escuela te enseña el miedo a equivocarte. Que es mejor seguir el camino preestablecido y seguir la corriente. Estudiar, trabajar por cuenta ajena, asumir deudas y seguir trabajando.
3) Si obedeces, evitarás el sufrimiento
Si trabajas (para otro) durante toda tu vida, y tendrás dinero para mantener de manera cómoda, y podrás formar parte de la masa de la sociedad. Como una hormiguita más.
Es la enseñanza de que emprender algo por tu cuenta, implica a renunciar a la seguridad de tu nómina mensual. Y al exponerte ante lo desconocido te proyecta el miedo de que vas a fracasar y a pasar hambre. A sufrir.
La escuela te enseña a no arriesgar. A ir a lo seguro. A no aprender nada nuevo. A permanecer en tu zona de confort, y a conformarte con seguir en la rueda del hámster.
Somos analfabetos financieros
En la escuela te enseñaron asignaturas importantes, pero nunca te enseñaron algo tan elemental y tan trascendente para tu vida como es el cómo manejar bien tu propio dinero.
Desde que somos muy pequeñitos, escuchamos: “consigue un trabajo”, “el dinero es para los ricos”, “el dinero no da la felicidad”.
La mentalidad de pobreza se empieza a enseñar en la familia. Esas ideas se van metiendo en nuestro subconsciente, desde nuestra infancia. De manera que durante el resto de tu vida piensas:
“No me lo puedo permitir”
“No tengo tiempo”
«No puedo hacerlo”

Son pensamientos que te lanza tu subconsciente para ESCAPAR ante la posibilidad de salir del camino marcado.
Es lo que resulta más fácil. De esa manera, tu mente se apaga.
Los ganadores de la lotería al cabo de pocos años se fundieron toda la pasta.
Que si en un viaje, que si en una casa más grande, un coche más caro, lo que se dice un nivel de vida más alto.
Porque, aunque tengan más dinero, el gran error que cometen es que incurren en más y mayores gastos.
Aumenta la cantidad de dinero de repente, pero permanece la mentalidad pobre.
De manera que el dinero desparece tan pronto como vino.
Nuestros pensamientos son muy potentes.
Porque al final nos convertimos en lo que pensamos.
Hasta que no cambies tu mentalidad de pobreza por una de abundancia, seguirás dando vueltas en la rueda.
¿Qué pasará si no cambias?
Hay más opciones que solo la de trabajar y meternos en la rueda de la deuda.
La alternativa a ser empleado es lanzarte a ser tu propio jefe. De buscarte a tu manera de servir al mundo, y ganarte un sueldo con ello.
Tendrás que arriesgar más porque el éxito no está garantizado (piensas). Sentirás el miedo de fracasar y pasar hambre. Esto es por lo que hasta ahora has ido descartando esa opción.
Por tanto, puedes optar por seguir en tu zona de confort, que es lo cómodo.
Trabajar todos los días y cobrar al final nos da una sensación de seguridad.
De saber lo que va a pasar. Y de tener control sobre nuestras vidas.
Seguramente pienses que tampoco tiene nada de malo trabajar para otro, durante toda tu vida.
Que para ser feliz no necesitas mucho dinero.
Y esto es totalmente cierto. Solo tú decides que es lo que te hace feliz. Y para sentirte plenamente feliz no necesariamente requieres tener grandes cantidades de dinero.
Si quieres optar por esta opción porque estás convencido que es la que te hace feliz, adelante.
No hay una opción buena ni una mala por definición.
Lo único que te sugiero es que valores muy bien los riesgos a largo plazo que conllevan la decisión que tomes.
¿hasta qué punto esa sensación de seguridad a la que te aferras es real y realista?
Porque ser empleado implica depender de otra persona que te dé de comer.
Significa que confías en que la empresa en la que trabajas vaya a ir bien. Implica que mientras tú y tu jefe queráis que estés en esa empresa, seguirás en esa situación de tranquilidad.
Ser empleado también significa confiar en que seguirá habiendo un sistema de pensiones que nos pagará para cuando llegue el momento en que por ley podemos dejar de trabajar.
PI-PI-PI-PI-PI-PI-PI-PI-PI-PI-PI-PI-PI……

¡DESPIERTA!
Es hora de que abras los ojos.
¡Esta es la llamada de tu despertador, es tu wake up call!
Llegó el momento para que reflexiones profundamente;
¿Realmente crees que es más arriesgado asumir el mando de tu vida y dejar de depender de tu jefe, que quedarte trabajando para otro?

Cambia a una mentalidad de Abundancia
Dale un pescado a alguien, y comerá por un día.
Enséñale a pescar y aprenderá a conseguir comida para el resto de su vida.
Si te mantienes hambriento, tu mente se esforzará para pensar, y a buscar soluciones para sobrevivir y tirar para adelante.

En vez de afirmaciones negativas, plantea preguntas habilitantes
Este tipo de preguntas abren la mente.
Y la predisponen a buscar soluciones, a ser creativo.
Cambia el “No lo voy a conseguir” por “¿Cómo puedo conseguirlo?”.
“No me lo puedo permitir” por “¿Cómo puedo permitírmelo?”.
“No voy a tener dinero” por “¿Cómo puedo aumentar mis ingresos?”
Los ricos emplean su mente para CREAR. Esto es a lo que realmente diferencia a una persona pobre de una persona que tiene abundancia.
Tienes que empezar por cambiar tu mentalidad pobre a tener una mentalidad rica.
Cada uno de nosotros necesita asumir su responsabilidad para adoptar una mentalidad creativa.

“…Todo lo que hay a tu alrededor está inventado por personas que no son más inteligentes que tú. Pero tú puedes cambiar; puedes influenciar la vida de los demás, tú puede crear tus propias cosas que otras personas pueden usar”
Steve Jobs – Fundador de Apple
Tener una mentalidad creativa te empujará a buscar nuevas vías, a explorar nuevos horizontes, y a traspasar los límites de tu zona de confort.
A convivir con tus miedos, a dejar de temer equivocarnos.
“No fallé mil veces. La bombilla fue una invención de un millar de pasos. “Los grandes éxitos se sustentan sobre errores, frustración y hasta catástrofe”.
Thomas Edison
Sacando conclusiones
Para conseguir los grandes resultados, hay que es saber perseverar, y no dejarse derrotar por las adversidades del camino.
Aunque la escuela está más o menos acertado en prepararnos para la vida real, para alcanzar el verdadero éxito y la verdadera abundancia, la solución está en ti mismo.
Empieza por cambiar tu relación con el dinero. Deja de verlo como un fin en sí mismo, y empieza a verlo como un medio; como una herramienta de intercambio.
Comienza a ver el dinero como el medio que usa el mundo para mostrarte su agradecimiento por el valor que le has aportado.

Pregúntate:
“¿Te dedicas a producir para realizar el sueño de otra persona, o eres un creador de valor para todo el mundo?”
¿Sigues prefiriendo seguir la corriente y permanecer en la zona de confort, o estás dispuesto a auto-enseñarte y forjar tu propio camino?
¿cuánto valor consideras que estás aportando a los demás actualmente?
¿qué puedes hacer tú para aportar más valor al mundo?

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Fotos: Tes.com, Raphael Rychetsky, Michael Prewett (Unsplash), TJ Evans, StevePB, Rilsonav, 3dman.eu, Markolovric, Truthseeker08, Sarahrichter, Angelolucas, Geralt (Pixabay)